lunes, 30 de septiembre de 2013



 ÁGUILA Y LA ZORRA

Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol elevado para poner allí sus huevos mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.

Un día que la zorra salió a buscar su comida el águila que estaba hambrienta  cayó sobre las zarzas se llevo a los zorruelos y entonces ellas y sus crías se regocijaron con un banquete.

Regreso la zorra y más le dolió el no poder vengarse que saber de la muerte de sus pequeños. ¿Cómo podía ella siendo un animal terrestre sin poder volar, perseguir a uno que vuela? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotente, maldecir desde lejos a su enemigo.

Más no paso mucho tiempo para que el águila recibiera el paga de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra cayo el águila sobre ella y se llevo una visera que aún conservaba fuego colocándola en su nido, vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas ardiendo también sus pequeños aguiluchos que por pequeños aun no sabían volar los cuales se vivieron al suelo corrió entonces la zorra y tranquilamente devoro a todos los aguiluchos antes los ojos de su enemiga.

Nunca traiciones la amistad sincera pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegara el castigo.

  
Juan Daniel Herazo Díaz (10 AÑOS)

CAPERUCITA ROJA ( FABULA RECREADA)





Caperucita roja estaba, con unos pajaritos y después la llamo la mama y se puso una caperucita roja para que le fuera a llevar la comida a la abuelita y que nunca se desviara por los caminos y iba caminando y se encontró a una mujer que estaba en un  rio lavando la ropa y la mujer le dijo que linda eres y estaba un carpintero en un palo y un lobo que tenía hambre  y el pájaro cogió un gusano y después el lobo comió hierba u escucho a caperucita roja y dijo ahí viene mi presa y después caperucita roja encontró con un hombre se fue y caperucita roja quedo sola y llego a su casa de la abuelita y le llevo manzanas y frutas pero no era la abuelita porque el lobo se la comió y se vistió con la ropa de la abuelita y engaño a caperucita roja ella tenía miedo, el lobo se la comió, se acostó y el lobo roncaba un hombre con un perro las oyó y fue a la casa, rajo al lobo con una tijera y saco a la abuelita y a caperucita roja, le metieron piedras en la barriga y se fue caminando se tropezó con una piedra se cayó y se fue rodando lejos. 

 
José David Tamara Hoyos( 10 AÑOS)

LOS ANIMALES INTELIGENTES




Había una vez, en un país muy lejano existían unos animales que querían aprender hablar, un día fueron a buscar alguien que lo ayudara y se encontraron con un  viejo amigo y el era un ratoncito muy inteligente y uno de los amiguitos le dijo al ratón.

Miau, miau, miau, miau dijo el gato (podrías enseñarme a hablar) y el ratón le dijo. Primero tiene que aprender las letras y fueron a la casa del ratón y él saco un tablero grande  y escribió el alfabeto de la A a la Z, el gato, el perro, el conejo y el caballo lograron aprendérselas y luego aprendieron a pronunciarlas se sintieron tan alegres que aprendieron hablar, después llegaron a donde Vivian y al llegar se encontraron con otro amigo y los amigos le hablaron y tal fue el asombro que el amiguito también quería aprender a hablar y le dijo el perro guau, guau, guau, guau (yo también quiero prender hablar) y los animales le enseñaron hablar y vivieron felices por siempre.


Jhon Fernández( 8 AÑOS)

EL ÁGUILA Y LA ZORRA




Una águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntos con la idea de que eso reforzaría su amistad.

Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.

Regreso la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños.
¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e importantes: maldecir desde lejos a su enemigo.

Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila estaba hambrienta cayó sobre las zarzas, se llevo a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regocijaron con un banquete.

Más no paso mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo uno pastores sacrificando a una cabra, cayó el águila sobre ella y se llevo una visera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y trasmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños a un no sabían volar, los cuales se vieron al suelo. Corrió entonces la zorra y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.

Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegara tu castigo.

Dayana Gaviria Royeth  (10 AÑOS)

El Conejo, El Perro, El Caballo Y El Gato.



En una hermosa colza se encontraban un conejo y un caballo que se los pasaban todo el día de arriba para abajo comiendo  todo lo que sus almos arrojaban al patio. Cuando cierto día un gato y un perro deambulando por la calle y se dijeron  mira esa hermosa casa debe de haber mucha comida y uno con hambre.
Perro: porque no nos asomamos y miramos cuidadosamente por el patio.
Gato: bien yo me monto encima de ti, mira pero hay mucha comida pero hay un inconveniente esta un caballo  y un conejo.
Perro: yo ladrare para distraerlos y tú sacas la comida.
Gato: está bien.
Perro: guau, guau, guau, guau, guau.
El caballo y el conejo al oír salieron rápidamente a observar que era cuando el gato entro y saco bastante comida, y el caballo y el conejo al no ver nada regresaron al patio.
Conejo: mira caballo se nos han llevado gran parte de la comida nos distrajeron y se la robaron.
Caballo: verdad quien será, pera a la próxima no caeremos.
El gato y el perro les gusto tanto la comida que quedaron con hambre y dijeron quiero más vamos a burlarnos de ellos otra vez haciéndoles la misma  jugada.
Perro: guau, guau, guau, guau el caballo y el conejo detectaron el rugido.
Caballo: mira o istes.
Conejo: nos quieren hacer la misma jugada pero a hora los atraparemos.
Caballo: si disimulemos y escondámonos.
El gato entro de nuevo esta vez con el perro y se comían la comida allí en el patio cuando apareció el caballo, así con que ustedes son.  
Conejo: si son usted porque no han comido todo.
Caballo: si ustedes fuesen querido compartíamos porque toda esa comida nos alcanzaba para uno, al gato y el perro de verdad teníamos mucha hambre perdónenos; estas vivieron muy felices para siempre.
Juan David Estrada Domínguez (10 AÑOS)