Erase una vez en un lejano jardín vivian dos gusanitos llamados
Juanito y Pablito, desde que se conocieron vivian juntos pero entre ellos había
un pequeño problema no se sabían comprender, Juanito eras un gusanito gruñón,
egoísta y Pelión, todo lo contrario de Pablito era amable, comprensivo y
amoroso.
A pesar de lo comprensivo
que era Pablito dialogaba con su amiguito para que Cambiara y no peliara
con él y dejara de ser egoísta y aprendiera a compartir lo poco que tenia, una
mañana muy aburrido Pablito decidió alejarse de su amiguito para ver si por fin
entendía que había que valorar a los amigos y aun mas cuando se encuentran
solos.
Juanito al darse cuenta que llegaba la noche y Pablito no
llegaba comenzó a llamarlo muy angustiado ¡¡Pablito, Pablito!! Pero al ver que
no aparecía le pidió con mucha fe a Dios que lo ayudara a recuperar a su amigo
y le prometió a Dios que si su amigo regresaba, no volvería a pelear con él.
Pablito regreso y vivieron felices en su jardín.
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